Es una de las aplicaciones más antiguas de los gaviones, formando colchones de piedra de espesor variable, y cubriendo las zonas inundables de los cauces y fondos, evitan de una forma natural, su erosión (especialmente en las avenidas fuertes) y reducen aparición de cañas y carrizos en épocas de estiaje que obligan a la continua limpieza de estos cauces.